CRIMINALIZACION POR PORTE DE CONDONES

De acuerdo con un informe de Human Rights Watch, los policías y fiscales de Nueva York, Los Ángeles, Washington, DC y San Francisco están imputando cargos de prostitución a las personas que llevan condones en sus morrales o bolsillos.

En el informe de 112 páginas, “Trabajadores sexuales en riesgo: Los preservativos como prueba de prostitución en cuatro ciudades de Estados Unidos”, la organización asevera, que lejos de ayudar a la gente, están arruinando las campañas del Departamento de Salud para reducir el contagio de Sida y pone en riesgo a las personas y la labor de las trabajadoras sexuales.

“La práctica hace que los trabajadores sexuales y las mujeres transgénero tengan reticencia a llevar consigo preservativos por temor al arresto, provoca que practiquen el sexo sin protección y los expone al riesgo de contraer el VIH y otras enfermedades de transmisión sexual” dice el informe de la ONG.

HRW le realizó la entrevista a más de 300 personas para el informe, entre ellas 200 trabajadores y ex trabajadores sexuales, así como trabajadores comunitarios, activistas, fiscales, abogados de oficio, policías y funcionarios del Departamento de Salud
“En Los Ángeles, una mujer nos dijo que tenía miedo de llevar preservativos y a veces tenía que usar en su lugar una bolsa de plástico con clientes para intentar protegerse del VIH”, dijo Megan McLemore, investigadora sénior sobre salud de Human Rights Watch.
Los fiscales usan los condones como pruebas y piden a los tribunales que los consideren un indicio de actividad criminal. En el caso de los inmigrantes es más complicado, porque no sólo los pueden arrestar por ejercer la prostitución, sino que, además, los pueden expulsar de Estados Unidos.
En estas cuatro ciudades el nivel de VIH entre trabajadoras sexuales y mujeres transgénero son altas, por eso el Gobierno de EE.UU. da altas cifras de dinero para evitar la transmisión del virus en estas zonas.
“En estas ciudades se entregaron 50 millones de preservativos el año pasado”, dijo McLemore. “Sin embargo, la policía se los está quitando de las manos a quienes más los necesitan”.

Las autoridades defendieron el uso de los preservativos como prueba, ya que, “es una práctica necesaria para aplicar las leyes contra la prostitución y que los condones son una herramienta para poder obtener condenas contra las prostitutas, sus clientes y los que participan en la trata de personas con fines sexuales”. 

Sin embargo, HWR dice que estas leyes no pueden interferir con el derecho de las personas a proteger su salud.
Las trabajadoras sexuales dijeron que los policías maltrataban a las mujeres transgénero con burlas y ataques. Incluso en Nueva York y Los Ángeles, denunciaron que algunos policías les habían pedido sexo a cambio de retirarles los cargos.

Son muy pocas las que presentan denuncias por el miedo a nuevos abusos. En el informe también se insta a “Los gobiernos estatales o municipales deben prohibir el uso de preservativos como evidencia de prostitución”.