“Hoy ACEPTO MI HOMOSEXUALIDAD como un regalo que me da la vida. ¡Me siento bendecido de ser quien soy!”.
En letra mayúscula, sin rodeos y a través de una carta pública, Ricky
Martin, así como Christian (cantante del grupo mexicano RBD) y
Anderson Cooper, veterano periodista de CNN, han dado el que se
considera el paso más liberador de sus vidas: salir del clóset.
Las cartas públicas se han convertido en el aliado de quienes desean
revelarle al mundo su preferencia sexual. Pero esa no es la única vía.
Aunque ‘salir del clóset’ alude a que homosexuales, lesbianas,
bisexuales y transgénero reconozcan su condición; el psicólogo Álvaro
Bonilla, docente del Politécnico Grancolombiano, considera que el
término debe ir más allá. “También hay personas que llevan una doble
vida y están más metidas en el clóset que el mismo homosexual. Hay que
salir para ser más auténticos. Muchas veces vivimos presos en el clóset
de nuestros propios prejuicios, nunca nos mostramos como somos ante los
demás. Vivimos enmascarados y en el fondo somos profundamente
infelices”.
Pero con gritar a los cuatro vientos una verdad, no está todo
resuelto, como lo enfatiza Lucio David González, psicólogo y máster en
psicoanálisis. “No se trata de decir soy homosexual o bisexual, o
mujeriego, etc. De lo que se trata es que quien lo diga tenga las
herramientas educativas apropiadas para decirlo, es decir, que haya
logrado cierto nivel educativo que le permita defender su identidad, en
una sociedad poco educada y poco tolerante con la diversidad”.
Y si usted ha pensado ‘salir del clóset’, hágalo con respeto y confianza en su decisión.
1. Mírese al espejo
El primer paso para salir del clóset es ser sincero y eso empieza con
usted mismo. “Hay que ser honesto y tomar la decisión de hacerlo en
el momento que uno se sienta seguro”, expresa Alexis Murillo, director
del portal www.caliesgay.com; que provee información a la comunidad Lgbt.
Para Lucio David González, psiquiatra y máster en psicoanálisis, “la
identidad sexual es algo sólido y una marca de nuestro ser, la cual es
altamente difícil cambiarla. Sería como pretender cambiar de profesión
en pocos meses. Por lo tanto se nos debe enseñar a amarla y proyectarla
en forma estética y noble a la sociedad”.
2. Busque el momento oportuno
“No lo haga en el velorio de la abuela, en el cumpleaños de la mamá,
no elija ni el momento más alegre ni el más tenso. Tampoco lo haga en
momentos de impulsividad o de resentimiento”, expresa el psicólogo
Álvaro Bonilla. El especialista también sugiere ir contando la verdad de
manera individual: en el ámbito laboral, empezar con los superiores y
luego con los demás, así evitará chismes y tergiversaciones. Con las
amistades, empezar con aquellos del sexo opuesto (si es hombre empezar
con las amigas y viceversa) y hacerlo de manera personal y no bajo la
figura del secreto, porque puede esfumarse.
También debe dimensionar que la noticia no lesione a las personas
que lo rodean: no es lo mismo que un joven salga del clóset, a que un
hombre casado y con hijos lo haga. Murillo recalca ”Hay que ser
consciente de lo que es antes de tirarse al agua y decir 'Yo soy gay'”.
3. Prepárese para el rechazo
Dar la noticia no es fácil. “Va a haber muchos prejuicios,
creencias, personas que de pronto se muestren decepcionadas, y puede
haber otras que tomen posiciones radicales, pero no se asuste, siga
adelante, usted tiene que planificar que las reacciones van a ser muy
complejas. La noticia va a ser un chaparrón de agua fría. Hay que pagar
un precio por ser auténtico”, recalca el psicólogo Bonilla.
Alexis Murillo, del portal www.caliesgay.com sugiere “estar preparado al rechazo porque la sociedad no está lista para permitir que las personas gay tengan reconocimiento”.
Alexis Murillo, del portal www.caliesgay.com sugiere “estar preparado al rechazo porque la sociedad no está lista para permitir que las personas gay tengan reconocimiento”.
4. El círculo de la confianza
Se recomienda que las primeras personas que conocerán la noticia sean
bien escogidas y por lo general son aquellas que siempre lo han
escuchado, que suelen ser las más compresivas o que tienen una
mentalidad más abierta al tema.
En opinión de Óscar Samuel Mejía, coordinador y representante de la
Fundación Glairis, “hay que apoyarse en la persona de su familia en la
que tenga más confianza: la mamá, una tía, un abuelo, un hermano, un
primo, ellos son fundamentales y ayudan a preparar tu salida del
clóset”.
Una manera de abonar terreno antes de darle la noticia a la familia y
luego al mundo es hablar primero con la mamá. “Las madres siempre
apoyan mucho en estos casos y eso luego se refleja en el grado de
aceptación
del resto de la familia”, dice Mejía.
del resto de la familia”, dice Mejía.
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OSCAR SAMUEL MEJIA |
5. Las cartas sobre la mesa
“Los papás no son bobos, ellos saben bien quién es su hijo, tal vez
se hacen los locos con el tema y esperan que uno les confirme porque
ellos tampoco se atreven a preguntar por temor a irrespetarnos”,
expresa Mejía, de la Fundación Glairis.
Y para darle la cara a los padres, Murillo sugiere hacerlo en un momento
de diálogo familiar. “Salir del clóset debe hacerse para tranquilidad de la persona y por respeto hacia la familia, es mejor que lo sepan de nuestra boca a que se enteren por terceros o por comentarios malintencionados”.
de diálogo familiar. “Salir del clóset debe hacerse para tranquilidad de la persona y por respeto hacia la familia, es mejor que lo sepan de nuestra boca a que se enteren por terceros o por comentarios malintencionados”.
El psicólogo Álvaro Bonilla recomienda que la persona al revelar la
verdad, “no se sienta culpable, no pida excusas ni perdón, no asuma
creencias en el otro. Salir del clóset pidiendo perdón no es una buena
forma. Salir del clóset es decir soy así y me siento feliz de serlo”.
6. No se ‘enrede’
“Salir del clóset parece fácil en un mundo globalizado. Aunque la
informática nos invita a salir en cualquier parte, la ciudad o el
pueblo en que vivimos lleva la marca de nuestra crianza y esta marca de
lenguaje es muy honda y no es fácil quitarla”, anota el psiquiatra Lucio
David González.
Revelar la condición sexual a través de la red a veces puede ser
perjudicial. “Las redes sociales son una oportunidad de ser masacrado
socialmente. Si la familia no lo sabe, la red nos saca del clóset pero
con chismes”, dice el psicólogo Bonilla.
“Las familias siempre esperan de uno respeto hacia ellos; y cosas
como publicar fotos, por ejemplo, una de un beso con la pareja, puede
hacer que se sientan agredidas”, expresa Oscar Samuel Mejía de la
Fundación Glairis.
7. Sin alardes
Aunque la familia, los amigos y el entorno laboral ya sepan de su
condición sexual, no espere que le vayan a aceptar todo de inmediato.
“Tómelo con calma: no se trata de que al otro día lleve a su
pareja a la casa para comer y desayunar con los papás, o al paseo a la
finca. Tras una confesión debe haber un proceso paulatino con el cual
la familia o el círculo social se adapte”, dice Bonilla.
Mejía sugiere abonar el terreno y luego de un tiempo prudente
presentar la pareja “porque la familia también debe saber con quien
uno está o cuáles son los amigos, además, puede aconsejarte”.
Día del Orgullo Gay
El 28 de junio es considerado como el Día del Orgullo Lgbt
(Lesbianas, gay, bisexuales y travestis) o simplemente Día del Orgullo
Gay. La fecha hace alusión al 28 de junio de 1969 cuando se presentaron
una serie de disturbios y manifestaciones cuando la policía realizaba
redadas contra la población homosexual, que frecuentemente se daba cita
en el bar Stonewall, ubicado en el barrio Greenwich Village de Nueva
York. Se considera que en esta fecha la comunidad homosexual luchó por
primera vez por el respeto de sus derechos.
Anualmente, el mundo celebra estas fechas un sábado antes o después
del 28 de junio. Este año, en Bogotá se celebró el domingo 1 de julio; y
en Cali el 8 julio con la VII Marcha de la Diversidad Sexual y de
Género. Adicionalmente, por primera vez se organizó en la ciudad la
Primera Feria de la Diversidad 'El Clóset'.
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